Con la reinauguración de la plaza del Continental a la vuelta de la esquina, nos ha parecido un buen momento para echar la vista atrás y recordar la historia de uno de los rincones más conocidos del barrio; a veces, sin darnos cuenta, pasamos por lugares que guardan más historias de las que imaginamos: las calles, edificios e incluso los bancos, donde descansamos o charlamos, tienen su memoria.

Antes de estrenar su nueva imagen, hagamos un pequeño viaje al pasado para conocer cómo ha cambiado este espacio con el paso del tiempo.

Buena parte de esta historia se basa en el trabajo del profesor Moisés Llordén Miñambres, catedrático de Historia Económica de la Universidad de Oviedo, quien investigó a fondo la evolución urbanística de Gijón. Su labor merece ser recordada. Por supuesto, lo que aquí contamos no pretende ser una historia completa ni exhaustiva. Hay muchos detalles que quedan fuera, y otros que damos por sabidos sin profundizar demasiado. El objetivo es, simplemente, acercarnos un poco más a las raíces del barrio.

 En 1839, con motivo de la primera guerra Carlista (1833-1840), se iniciaron en Gijón, los trabajos para fortificar la ciudad. En forma de estrella, se alzó una muralla (ver mapa 1), y Gijón pasó a ser considerada una plaza fuerte militar, lo que limitaba la construcción en terrenos fuera de las murallas (en un radio de 1.500 varas que equivaldría a unos 1250 metros). Esta condición se mantuvo hasta 1865. En 1869, la muralla fue finalmente derribada, abriéndose la posibilidad de expandir la ciudad.

Mapa 1.-Elaboración propia a partir de la descripción de Moises LLordén

Ya antes de la demolición de la muralla, los arenales de San Lorenzo habían despertado el interés de la burguesía local. Uno de los más interesados fue Félix Valdés de los Ríos, primer marqués de Casa Valdés, quien en 1850 propuso al Ayuntamiento subastar esas tierras. Él mismo se ofreció como primer postor. El Ayuntamiento aceptó, y pronto los arenales se dividieron en tres grandes lotes.

Elaboración propia basado en un mapa expuesto en la Ciudadela
de Celestino Solar, Gijón.

Es el pequeño lote azul el que nos interesa, ya que, aunque inicialmente fue reservado por el Ayuntamiento para uso público, su historia estuvo marcada por cambios constantes que acabarían alejándola de ese propósito. En un principio, la idea era transformar el plantío de «La Florida» en un espacio verde donde los ciudadanos pudieran pasear y disfrutar de la naturaleza. Sin embargo, con el paso del tiempo, surgieron proyectos mucho más ambiciosos para convertirlo en un gran parque recreativo.

Archivo del Ejército del Aire-cecaf antes de 1954

En la década de 1860, se propuso transformar «La Florida» en un espacio similar a los famosos «Campos Elíseos» de París, con jardines cuidadosamente diseñados, amplios paseos y atracciones como un circo. Sin embargo, como ya sabemos, la condición de Gijón como plaza fuerte militar limitaba cualquier construcción significativa fuera de las murallas. Este obstáculo retrasó los planes de urbanización hasta 1867, cuando la ciudad perdió su estatus militar y se abrió la puerta a la expansión urbana.

En 1873, el Ayuntamiento decidió ceder los terrenos de «La Florida» a particulares bajo un contrato de explotación de 99 años, con la intención de que estos los convirtieran en un parque de diversiones. Así nacieron los «Campos Elíseos», un espacio que incluía un teatro-circo y otras instalaciones recreativas. Sin embargo, tuvo una vida breve, en 1874, el Estado declaró que los terrenos debían ser desamortizados, es decir, vendidos a particulares. A pesar de los intentos del Ayuntamiento por defender la propiedad pública del espacio, finalmente los terrenos pasaron a manos privadas.

Con el cambio de propiedad, «La Florida» comenzó a transformarse drásticamente. A principios del siglo XX, los terrenos fueron divididos en cuatro manzanas, las actuales 418, 419, 458 y 459, y empezaron a urbanizarse. Lo que antes había sido un lugar de recreo y esparcimiento dio paso a un barrio más de Gijón, con edificios y calles que reemplazaron los jardines y paseos. Durante algún tiempo, se conservó un pequeño sector arbolado conocido como «Parque Continental», un último reducto de aquellos días verdes. Sin embargo, incluso este espacio terminó siendo destruido en la década de 1970 para dar lugar a nuevas viviendas.

Fotografía extraida de El Comercio 17-04 -2016

De esta manera, «La Florida» pasó de ser un proyecto visionario de espacio público a integrarse completamente en el tejido urbano de Gijón, dejando atrás su pasado como un lugar de naturaleza y ocio.

Así, la plaza del Continental es el resultado de muchos cambios a lo largo del tiempo, reflejando la historia y evolución de Gijón. Cada rincón del barrio tiene algo que contar, y queremos seguir compartiéndolo.

¡Nos vemos en la próxima historia!

Bibliografía:

Llordén Miñambres, Moisés. «Un ejemplo de privatización de espacios públicos: los terrenos de La Florida, en Gijón (1850-1978)». Ería: Revista cuatrimestral de geografía, Nº 2, 1981.

Llardén, Moisés. «Los Campos Elíseos.» Agora de Gijón (blog), 2013. https://agoradegijon.blogspot.com/2013/01/cine-campos-eliseos.html Originalmente publicado en Cine Campos Elíseos, editado por Sociedad Cultural Gesto, en homenaje al desaparecido coliseo gijonés, 1993.

Piñera, Luis Miguel. El arenal de San Lorenzo: historia del ensanche de La Arena. Ayuntamiento de Gijón, 2001.

El Comercio. «La Florida, el expolio de un gran parque.» El Comercio, 17 de abril de 2016. https://www.elcomercio.es/gijon/201604/17/florida-expolio-gran-parque-20160417015928-v.html.